Juanito Oiarzabal acaba de regresar de su última expedición al Shisha Pangma (8.027 m) la número 48 y vuelve a sufrir un edema pulmonar, el tercero, a tan sólo 50 metros de la cima. “Me llamarán exagerado, pero no: he regresado más muerto que vivo de esta montaña”. A sus 56 años ha escalado 28 cimas de más de ochomil metros, tan sólo le quedan tres para completar su proyecto 2x14x8000 con el que busca repetir las 14 cimas más altas de mundo por segunda vez. Algunas las ha escalado en más de una ocasión pero las últimas se le resisten por los problemas de salud y por “el escaso interés que levantan” para financiarlas. Lejos de ganar prestigio en cada escalada, lo pierde por las polémicas que levantan sus declaraciones. Dejamos a un lado al personaje y buscamos al Juanito montañero.

Hablamos  con él el jueves pasado en Piedra de Toque junto a Xabier Lapitz y Kike Alonso para ver si era cierto que colgaba las botas o se trataba de otro calentón. “Me han recomendado que no se me caliente la boca, que descanse y que me tome un tiempo tranquilo, si no terminaré un día de estos en la montaña para siempre”.  El cuerpo de Juanito está tallado por las montañas con los dedos de los pies amputados por congelaciones, una embolia y tres principios de edema pulmonar. Comprobamos que su ilusión sigue intacta.

Igual no aporto nada nuevo a la montaña pero países alpinos como Italia, Francia tirarían cohetes por tener un representante que desee repetir los 14 ochomiles. Si lo consigo, estoy seguro de que nadie volverá a repetirlo porque es tremendamente complicado. Ahora me quedan tan sólo tres y son los más bajos pero tengo serios problemas para encontrar financiación.

Escucha el podcast y descubre qué le lleva a Juanito a seguir ligado a estas grandes montañas que ya ascendió por primera vez en el año 99 convirtiéndose en el tercer alpinista del mundo en conseguirlo sin oxígeno. A mí no me cabe duda de que las completará de nuevo por su tenacidad y por su capacidad física aunque le cuesten más cicatrices, más enemistades y más calentones.

** Fotografía: Juanito Oiarzabal en el campo base del Everest-Lhotse la primavera 2011. Desnivel.