«La violencia que sufren hoy las mujeres afganas en el seno familiar convierte al burca y al régimen talibán en una anécdota». Hablamos en Piedra de Toque con la periodista Mónica Bernabé para que nos presente su último libro «Mujeres. Afganistán», elaborado junto al fotoperiodista Gervasio Sánchez, con el que busca de nuevo sacar a la luz la violencia estructural que sufren las mujeres afganas en sus propias casas, trece años después de la caída del régimen talibán. 150 imágenes acompañadas por duros textos en torno al matrimonio forzado e infantil, la huida, la drogodependencia, el suicidio femenino, la impunidad y los avances legales. Historias todas ellas acompañadas con rostros de mujeres con nombres y apellidos a los que han accedido durante los último seis años. «Los matrimonios por amor no existen en Afganistán, todos se realizan como si la mujer fuera parte de una transacción económica en el que se inicia una desigualdad que les acompañará toda la vida».
Escucha la entrevista y descubre la dura realidad a la que hacen frente las mujeres en Afganistán por el hecho de nacer mujer.
«Regreso del país tras siete años como corresponsal con un gran sentimiento de frustración y de rabia porque nada ha cambiado desde que llegué y nada ha hecho la comunidad internacional durante su despliegue militar en la región. Se ha pedido una oportunidad de oro para hacer cumplir leyes a favor de la mujer que nadie cumple y para trabajar de verdad por las demandas de la población. Este círculo vicioso de violencia que se inicia en el propio seno familiar va a necesitar décadas para romperse»
«Cuanto más he conocido la situación de la mujer, el régimen talibán más se convierte en algo anecdótico en comparación con la violencia que sufren en el seno de sus propias casas. La violencia comienza con el propio matrimonio, inicio de una situación de desigualdad que afecta a todas las clases sociales y a todas las regiones del país ya seas campesina o diputada en el Parlamento. La comunidad internacional ha mirado durante estos años ha otra parte porque a nadie le ha interesado. Algo que me genera una gran frustración y mucha rabia»