“En Afganistán el dinero de la cooperación y de la ayuda militar ha caído en manos de criminales de guerra: la población afgana no entiende nada”. Viajamos de nuevo a Afganistán con la corresponsal Mónica Bernabé, única periodista del Estado con sede en el país. Su relación con el país comenzó en el año 2000 cuando descubrió la situación de la mujer durante el régimen talibán y se consolidó después en 2006 cuando decidió instalarse allí para escribir de cerca sobre el “monstruo que ha construido la comunidad internacional al dar el poder económico, militar y político a criminales de guerra” con el objetivo de luchar contra los talibanes. Ahora está en Barcelona para recibir el premio de Derechos Humanos 2013 por el Consejo General de la Abogacía: hablamos con ella para realizar un balance de la situación de Afganistán en el último año, sobre el abandono que sufren los 40 jóvenes traductores afganos que han colaborado estos últimos ocho años con las tropas del Ejército español y para que nos marque las líneas de luz del 2014 en una tierra que es golpeada por la violencia de una forma cíclica.

 

 “Para hacer caer el régimen talibán la comunidad internacional pactó con criminales de guerra. Es como si después de la segunda guerra mundial colocáramos a Hitler en el gobierno. Por mucho dinero que se invierta, por mucha acción militar, sin compromiso real de los países por los derechos humanos, Afganistán no irá a ninguna parte

 

“Como muestra del abandono del país, hablamos de la situación de los 40 traductores que han colaborado con el Ejército español y ahora viven escondidos de sus propios vecinos por miedo a las venganzas. Están en el punto de mira. Otros países como Estados Unidos, Noruega, Alemania les han ofrecido apoyo para abandonar el país. El Gobierno español estudia ofrecerles asilo pero el tiempo corre en su contra. En 2014 podemos apoyar las soluciones que están en nuestra mano como salvar la vida de estos jóvenes desde la diplomacia y desde la presión de la ciudadanía al Gobierno español”