El monte purifica. Bastaron siete horas y media de caminata hasta la cumbre del Monte Perdido para decidirme a dar un giro al verano. La otras cinco horas de vuelta hasta al coche sólo consiguieron que consolidara el proyecto. Regreso a Guatemala en dos días. He batido mi propio récord en preparación de viajes.
Cuando en tercero de carrera me decidí por recorrer Perú en solitario durante más de un mes, planifiqué el viaje tres meses antes. En 2006, diseñé la ruta por Bolivia en 15 días, los que pasaron desde que me propusieron la idea hasta que llamé a los medios y compré los billetes. El viaje del verano pasado por Guatemala y El Salvador tardé algo más, pero no pasó del mes… Pero esta vez, no he dejado que pase ni una semana. Y es que no hay tiempo que perder.
Espero alimentar en el blog las historias que deseo editar durante el viaje. Ya os contaré.