Eran las 6.30 horas de la mañana. Alberto Zerain me llamaban desde la cima del Dhaulagiri a 8.167 metros con la mandíbula medio congelada, seis horas de escalada en libre y medio mes de expedición junto con Juanito Oiarzabal con el proyecto 2x14x8000. Dos días después era yo quien le devolvía la llamada cuando ya descansaba Zerain desde el campo base y valoraba el esfuerzo realizado para conquistar su octavo ochomil. «Es un monte que no regala nada y en el que no sabes ni qué decisión tomar: seguir, parar o regresar. Al final decidí el ataque y tuve la suerte de llegar hasta arriba». Escucha la entrevista y descubre qué le lleva a disfrutar tanto ascendiendo las montañas más altas del planeta.