Preparo un balance sobre las expediciones vascas en el Himalaya. Y me encuentro con un gran handicap. Los blogs de los principales protagonistas, tanto el de Iñaki Otxoa de Olza como el de Edurne Pasaban, son publicados ahora por medios generalistas: Diario de Navarra y El Mundo, respectivamente. Hasta ahora eran propiedad de la gran Red. Podía citarlos sin ningún problema. Eran mi gran fuente de información, llena de citas directas. Ahora no sé qué hacer. Se me acabó el chollo. Espero con impaciencia que ellos mismos cuelguen sus textos en su blog personal. Entonces, podría volver a citarlos sin la necesidad de citar al medio. A ver qué pasa.
Y es que Otxoa de Olza consigue expresar muy bien lo que se experimenta en la montaña. Lleva años escribiendo una columna en varias revistas especializadas y pronto publicará un libro sobre sus más de 30 expediciones, todas ellas al Himalaya. Ahora se encuentra inmerso en el proyecto de los 14 Ochomiles. Tan sólo le quedan dos: el Annapurna y el Kanchenjunga. Durante esta semana podría alcanzar el más difícil el Annapurna (8.091m), la montaña que todos dejan para el final. Cima que además buscará hollar de modo express: en el menor tiempo posible, sin necesidad de hacer campos de altura, de una atacada. Subir y bajar.
Durante una entrevista le pregunté qué hacía para entrenarse. Él me contesto rápido:
En cuanto llego a casa lo primero que hago es abrir la ventana y lanzar la televisión a la basura. Ése es el mejor entrenamiento posible…
Y parece que le funciona.