“Nunca se nos pasó por la cabeza abandonar la expedición”. Y no lo dudábamos. Los himalayistas Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza ya están en casa. Acaban de atravesar la Antártida de costa a costa por el Polo Sur. En total, 3.400 km que han caminado de forma totalmente autónoma durante 55 días sin más ayuda que la de unos esquíes y unas cometas. Atado a sus cinturas han arrastrado un trineo de 170 kg con todo lo necesario. El resto del apoyo, sus propias fuerzas. “Hemos vuelto muy satisfechos tanto por lo realizado como por modo en el que lo hemos conseguido: en total autonomía”, remarcaba hoy Alberto Iñurrategi en Piedra de Toque. Hemos hablado con él para recibirle, para recorrer con ellos de nuevo todos esos kilómetros y revivir los “miedos” con que avanzaban cada metro.

“La situación de la superficie nos han exigido mucha concentración, lo que ha nos ha provocado también un gran desgaste psicológico y cansancio. Las jornadas duraban entre ocho y 12 horas

La relajación absoluta llegó en Bahía Hércules, hasta ese momento el terreno no les permitía caminar con tranquilidad. Y es que los sastrugis han sido su gran pesadilla: “Era como avanzar por un mar de hielo con olas de un metro que podían romperte un esquí, el trineo o la cabeza”.

A lo largo de la entrevista repasamos también cómo ha sido la convivencia, los aciertos y errores de la planificación y en qué momento decidieron dejar de lado la escalada en la Tierra de la Diosa Mahud. Todavía queda mucha aventura. La expedición Transantártica 2011 Naturgas/BBK, una buena muestra.