“La montaña fue mi gran refugio y mi gran escuela de valores: donde aprendí a enfrentarme a los retos con inteligencia y a conocer mis limites”. Hoy  en Piedra de Toque queremos viajar con Sebastián Álvaro, creador del Al Filo de lo Imposible, programa que durante 35 años ha abierto una ventana al mundo de la aventura desde Televisión Española. Sebas lo dirigió durante 31 años, 200 expediciones y junto a un equipo humano formado por más de 1.500 personas entre alpinistas, paracaidistas, amantes del buce y arriesgados piragüistas. Entre los miembros de esos viajes, destacan nombres muy cercanos, guías habituales de Piedra de Toque, como Juanito Oiarzabal, Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo, Mikel Zabalza, Edurne Pasaban o Alex Txikon. Y tantos otros, que aunque no compartíamos cordada, piragua o globo recorríamos esos lugares desde nuestra casa envenados del mismo espíritu que el de los pioneros. Hablamos con Sebas de sus comienzos, de las primeras expediciones, de la evolución que se ha vivido en el alpinismo, también de las muertes que se producen en la montaña y de los pobladores de los grandes valles a los que ahora dedica su tiempo. Escucha el podcast y descubre su visión de todos estos temas.

 

Hago un gran balance de todos estos años en lo personal y profesional por todo lo que he vivido, sentido y por la gente con la que he compartido todos estos años. La gran mayoría de gente  on la que trabajé en Al Filo era del País Vasco. Estoy contento.

 

Despido de TVE. «Nos despidieron de la tele. Parece que lo público hay que desmantelarlo. Fui uno de los damnificados. Lo digo con la tristeza. Se acabó Al Filo pero no se terminó mi vida de expediciones y experiencias. La vida continúa».

 

Los comienzos. «Annapurna, primer ochomil fue un libro que me inspiró a dedicarme a esto. Comienza con un gran párrafo: “Una página se pasa, la vida continúa. En la vida de los hombres siempre habrá otros Anapurnas”. “En la vida siempre hay que tener un reto que cumplir”

 

Masificación en el Everest. «La montaña se ha convertido en una mercancía que le ha vaciado de los valores clásicos. Cada uno debe de saber por qué hace esa actividad. Debe saber que es algo más que puro deporte. Tenemos que conseguir que en estos países: India, Pakistán, Nepal, se vivan las mismas normativas de conservación del medio ambiente que nuestras casas. Con esto se acabarían las aglomeraciones».

 

Aprender a vivir con la muerte. «De todos estos 31 años solo hubo dos fallecidos: Atxo Apellaniz y Xabi Iturriaga.  Después he perdido 25 compañeros que han fallecido en la montaña tras abandonar AL Filo. Y en la vida he perdido también amigos, compañeros… No somos inmortales. Tenemos que convivir con la muerte. Tenemos que aceptarla y hacer todo lo posible para que no suceda hoy en esta expedición.  Si hubiera montado una empresa de mensajería en Bilbao hubiera tenido un balance más alto de muertes».