Aquí te proponemos las principales rutas para descubrir Bizkaia con las botas de monte puestas y Bilbao como campo base
* Artículo publicado previamente en los canales del Hotel Gran Bilbao
Para los amantes de la naturaleza, el mar y las buenas vistas, Bilbao es el mejor campo base con el que alternar la entrada a museos, tiendas y galerías de arte con las rutas de montaña, pedregales y cuevas. Todos con amplios miradores naturales a una tierra en la que se funden las montañas con el mar, el mundo rural con lo urbano, la gastronomía con la cultura.
Gorbea, el corazón verde de Euskadi
El parque natural del Gorbea, entre Álava y Bizkaia, es la mayor extensión de bosques de Euskadi donde encontrar cascadas, cuevas, ciervos y hayas milenarias. Un territorio perfecto para un día de excursión en familia o para mantener en forma tus piernas. Te proponemos acercarte hasta Areatza y desde allí caminar hasta la emblemática cima del monte con sus 1.481 metros y una enorme cruz de más de 18 metros de altura. Por el camino, contemplaremos el Macizo kárstico de Itxina donde la naturaleza y la mitología se dan la mano para convertir su paisaje en un lugar mágico, repleto de misterios, secretos y tesoros naturales.
El salto del Nervión, el origen de la ría
La ría de Bilbao tiene en su nacimiento un salto de más de 222 metros en forma de gran cascada que se puede visitar tanto desde abajo como desde arriba. La excursión hasta ella, te descubrirá un paisaje verde salpicados por pequeñas bodegas de txakolí, pastores y ciudades construidas sobre piedra. Tomamos como referencia, la ciudad de Orduña, para tomar después ascender su puerto hasta Monte Santiago y realizar a pie un ruta circular que nos asomará a la Sierra Salvada con una enorme caída por la que salta el río en busca del Cantábrico. Una escapada familiar con la que compaginar una paseo, grandes vistas y buenos pintxos en las fronteras invisibles entre Bizkaia, Álava y Burgos.
Ruta sobre los acantilados de Punta Galea hasta Sopela
Durante más de una hora caminaremos sobre grandes acantilados a mar abierto y con diferentes playas en el camino que nos invitarán a refrescarnos del esfuerzo o apuntárnoslas en la lista de rincones pendientes que visitar. Los acantilados de Getxo que unen Punta Galea con Sopela es otra de las grandes rutas que en bicicleta, andando o corriendo, fascinarán a todos.
Tomaremos como referencia la parada de metro de Bidezabal para unir después el molino de Aixerrota con la playa de Sopela. Por el camino, además de playas, encontraremos fuentes y saltadores de parapente. Sin duda, se recomienda llevar en la mochila el bañador en verano y un buen bocadillo en invierno.
Urkiola, la pequeña Suiza
Sí, habéis leído bien, el entorno del Parque Natural de Urkiola también se le conoce como la pequeña Suiza o la Suiza vasca. Un paraje de gran belleza, con montañas escarpadas, bosques, caseríos diseminados en el paisaje, personajes mitológicos y maravillosas vistas que nada tienen que envidiar a otros paisajes de montaña.
Tomando el Santuario de Urkiola como punto de partida (cuenta con parking para ir en coche), se pueden realizar rutas para todos los niveles. Para los que quieran disfrutar de un paseo con vistas 360º del parque, recomendamos subir a Urkiolamendi (1.011 metros) con un ascenso exigente pero rápido. Eso sí la cima te regalará una amplia vista a las cimas del Anboto, Gorbeia y a los pantanos de Álava.
Para los más aventureros, se puede subir al Anboto (1.331 metros), morada de la divinidad mitológica Mari, una de las cumbres más míticas del País Vasco. Por último, Larrano Punta (981 metros) es una ruta más accesible, fácil incluso para subir con niños, pero que igualmente ofrece unas vistas maravillosas del entorno natural de Urkiola.
Cabo Villano a golpe de remo
Para esta recomendación, hemos ascendido ya a la cima más alta del territorio, monte Gorbeia, hemos visto nacer a la ría en la Sierra Salvada y caminado con vistas a mar abierto. Así que ha llegado el momento de saltar al agua. En Plentzia y Gorliz es posible hacerlo sobre un kayak, paddle-sup o simplemente en neopreno. Otra buena propuesta para disfrutar del paisaje de Bizkaia formando parte de él. En pocos minutos puedes remar desde la playa y encontrarte solo en una cala con aguas cristalinas, bajo un gran faro y ser la envidia de todos los paseantes.
Y si te has quedado con ganas de pasear, también puedes hacerlo hasta el Faro de Gorliz, uno de los más modernos de España con 21 metros de altura y construido en el año 90 sobre una batería militar construida tras la Guerra Civil española y que buscaba proteger la bahía de la llegada de tropas enemigas. Hoy las baterías lucen grafitis y sus pasos subterráneo todavía pueden ser atravesados.
En metro, tomar como referencia la parada de Plentzia.