Cuelgo ahora el reportaje que publiqué en el suplemento TIERRA de EL PAÍS hace ahora dos fines de semana. En él cuento cómo es la vida en un basurero. Y es fruto de las notas que tomé durante la visita al millar de chabolas que sitian el gran vertedero de Guatemala. El viaje me constó algún que otro susto que ya conté en el blog. El resultado es un reportaje con sabor a homenaje a todas las personas que día tras día se levantan del suelo para rebuscar en la basura el alimento de sus hijos. Eso sí que es una crisis.