Las Islas Baleares cuentan con más posibilidades que sus propias calas. En la sección Rutas Urbanas con MyVuelingCity de la mano de su responsable Isabel Sánchez viajamos a lugares prehistóricos que acoge la isla de Menorca para descubrir rincones diferentes en los que recuperar el atractivo de las capitales europeas. Hoy nos lleva por la Torre d’en Galmés donde se controlaba el tráfico de las aguas del Mediterráneo.

«Para conocer al pueblo menorquín y a sus orígenes, necesitamos irnos al interior y hacer al menos una excursión a uno de los parajes prehistóricos de la isla, que son muchos,  como por ejemplo, la Torre d’en Galmés, que es el poblado prehistórico más importante de las baleares, donde se calcula que pudieron vivir hasta 900 personas. La verdad es que observar y pasear entre sus ruinas es fascinante, podemos transportarnos a través del tiempo hacia este poblado que se cree que ejercía una supremacía estratégica sobre otros poblados de la isla. Además de la Torre d’en Galmés, Menorca conserva varias estructuras megalíticas. El periodo talayótico, que proviene de talayot, estructura de piedra, con taulas y navetas que constituye una herencia arqueológica excepcional. Solo el pensar que aquí vivieron nuestros antepasados confiere a la tierra una fuerza y encanto especiales.

Continuando por nuestro recorrido costero, aunque sea de las más concurridas y haya un hotel en la parte este, San Bou es el litoral mas largo de la isla, con 3km de arena blanca y agua de color turquesa, transparente y cristalina, de la que podremos disfrutar al 100% si seguimos hasta Sant Tomas, donde sí hemos de pararnos. En Sant tomás hay una hilera de bahías, cada una más bonita que la anterior. Rodeadas por una vegetación que alcanza la costa, rojizas rocas, con algas, blancas playas, azuladas aguas».