Viajamos en Piedra de Toque por la lucha de la líder maya guatemalteca Lolita Chávez Ixaquick, defensora de derechos humanos, y en confinamiento permanente desde hace tres años por defender el derecho a la vida en un país como Guatemala. Ahora, en pleno exilio, conectamos con ella para conocer cómo es su vida, cuáles son sus luchas y qué oportunidades ve en esta nueva situación global.

A la líder maya guatemalteca Lolita Chávez Ixaquick defender el hecho de poder quedarse en casa le ha llevado a sufrir más de cinco intentos de asesinato. Ahora que todos sufrimos el no poder salir de la nuestra, Lolita lo vive con ironía. «Feliz me quedaría yo en mi casa pero viva». Lleva tres años fuera de su país, Guatemala, tras la decisión en firme de su comunidad de que se fuera para salvar la vida. A la semana del último intento de asesinato, junio de 2017, caminaba por las calles de Bilbao dentro del programa de Apoyo a Defensores de Derechos Humanos del Gobierno vasco. Una oportunidad para Lolita de cuidarse e internacionalizar la causa de su pueblo.

Durante sus días en Bilbao, nos conocimos. Fue un encuentro limitado, mediado por la organización responsable del Programa. Pero nos bastaron unos minutos para conectar. Y de aquel encuentro escribí el reportaje para El País: “No nací para ser asesinada”. Después seguimos coincidiendo en sucesivos encuentros, entrega de premios, jornadas. En esta nueva temporada de Piedra de Toque, tenía claro que debía sonar la voz de Lolita para guiarnos por su lucha, inyectarnos pasión por lo global y mostrar las consecuencias de defender la vida en un país como Guatemala.

«En Guatemala existe el toque de queda para las comunidades pero la industria minera, hidroeléctrica y maderera puede seguir trabajando. Y así sucede con todo»

Lolita Chávez

“Exijo a Europa que no regrese a la normalidad del saqueo y el expolio de los pueblos originarios. Debe descubrir que caben otros tipos de vida. Abandonad el individualismo, el capitalismo y el materialismo y abriros a la comunidad”. Lolita lo tiene claro. Su pueblo ha pasado por cientos de pandemias, la última la viruela.

«Nos jugamos la vida por defender nuestras montañas, ríos y comunidades»

Y claro está sigue denunciando con fuerza la crueldad con la que se trata a los pueblos originarios en Guatemala. “El Banco Mundial y las Naciones Unidas financian bosques con el enfoque de preservar una economía verde y frenar el calentamiento global. En realidad, consiguen que los Gobiernos den licencias a paramilitares, pandilleros y oligarcas para comprar el poco monte que nos queda para arrasarlo y sembrar pino con el que ganar esas subvenciones. El precio de nuestra lucha es la muerte”. En el caso de Lolita, por preservar su vida ha tenido que aceptar salar del país y vivir lejos de su pareja e hijos.

«Exijo a Europa que no regrese a la normalidad del saqueo y el expolio de los pueblos originarios»

Lolita Chávez

Pero a cambio ella aprovecha para internacionalizar las luchas de todos los pueblos de América Latina a la vez que vive entre América y Europa. Los días de confinamiento, durante esta cuarentena, ya se ha sumado a nuevas causas como la de las denuncias de las trabajadoras del hogar a la falta de derechos laborales y la denuncia de aumento de feminicidios.

Escucha la entrevista y descubre cuál es el precio de ser un defensora de derechos humanos en un país como Guatemala.

Cuaderno de viaje, de una de mis últimas visitas a la región. I.M.

Piedra de Toque, podcasts de viajes con Iñaki Makazaga

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