En dos décadas más de 20.000 africanos han muerto en nuestras playas en busca de una vida mejor en Europa sin nadie haya hecho nada para evitarlo. Para el periodista experto en temas sociales José Narango llegará un momento en el que nos pedirán cuentas: ¿Por qué no hicisteis nada? “Más allá de los ganchos de la valla de Melilla o las pelotas de goma, es la indiferencia la que más muertes causa”. Hace 15 años Naranjo decidió viajar a África en busca de respuestas y para cambiar la mirada de los que todavía consideran una amenaza a las personas que llegan de este continente y caminan por nuestras calles. “Sólo nos miramos a nuestro ombligo, sólo nos preocupan nuestros problemas y miles de personas están muriendo en nuestras playas, en las puertas de nuestras casas porque hubo un momento en los que los necesitábamos. Ahora siguen huyendo de la miseria y les recibimos con violencia e indiferencia”. Escucha la entrevista realizada en Piedra de Toque a José Naranjo desde Senegal y descubre dónde empieza el viaje de todas estas personas en su huida personal de la miseria.  

 

 “A finales de los 90, desde Canarias una y otra vez denunciábamos los naufragios y los abordamientos de la Guardia Civil que provocaba nuevos naufragios. Teníamos la sensación de que predicabas en el desierto ante tanta indiferncia. En el 2005 llegaron los asaltos a la valla que duran hasta nuestros días. Las imágenes de ahora no muestran un fenómeno reciente, tenemos que convivir y darle una respuesta diferente como sociedad y como colectivo de convivencia. No podemos consentir que haya gente muriendo en las puertas de nuestras casas, en nuestras playas. Los últimos acontecimientos con las cuchillas en las vallas y las pelotas de goma, muestran nuestro peor cara. Si algo enseña África es el sentido de la hospitalidad, nosotros solo ofrecemos lo contrario. En el futuro vendrán a pedirnos cuentas por las 20.000 personas que han muerto intentando llegar a Europa.

“África es percibida como el lugar del que llegan las amenazas, las enfermedades. Sabemos muy poco de África y sentimos miedo de ellos. Esto es lo primero que hay que combatir. Es gente que lo único que quiere es trabajar, enviar dinero a su familia y vivir mejor. Si han llegado es porque hacía falta  mano de obra y estaban trabajando. Les llamábamos a gritos. El caso de Níger es evidente: el tercer productor del mundo de uranio y sin embargo es el más pobre del mundo. Algo allí no funciona. Ahora Francia está trabajando para ordenar los pocos recursos que les queda. No es el lugar que expoliar sin dejar nada a cambio. Una empresa catalana en Guinea Bissau ha expulsado a los agricultores para producir arroz. Estas son las cosas que hay combatir”.

Foto: Alfredo Cáliz: «Abdul Sisse de 16 años viaja A Gao para estudiar formación profesional».