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“A la gente le gusta ver el mundo y le gusta que se lo cuenten de la forma más fidedigna posible”. Así de claro lo tiene Eduardo Pérez, HombreLobo, que desde hace cuatro años ha colgado un vídeo de viaje diario en su blog. El resultado: 996 vídeos colgados, 3.500 visualizaciones diarias y más de 350.000 seguidores mensuales. El martes pasado nos acompañó en Piedra de Toque, el día que dedicamos a los viajes 2.0 junto Egoitz GoikoetxeaDurante la entrevista nos desveló cómo fueron sus comienzos, qué es lo que más le ilusiona de todo este proyecto y todo lo que le han devuelto los miles de personas que le siguen.

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Un viaje a Nueva Zelanda fue el revulsivo que le llevó a filmar pequeños vídeos. “Edite un video horroroso, mal grabado, con efectos terriblemente malos. Pero empecé y aprendí mucho. Sobre todo, lo que aporta hacer algo distinto con lo que disfrutas mucho”. Cuatro años después, Eduardo Pérez se ha convertido en toda una referencia en la Red sobre viajes y turismo. Y es que detrás de HombreLobo hay un gran viajero que por motivos de trabajo ha vivido casi 20 años fuera de Bilbao con Bélgica, Buenos Aires, Singapur o Texas como segunda casa. Y despachos de Irán, Qatar, Abú Dhabi, Corea, Vietnam, Malasia, Singapur, Australia, Argentina, Brasil, México, Rusia, Finlandia, Laponia o toda Europa como oficina habitual.

La gente como parte del viaje

Ahora no viaja a ninguna parte sin su pequeña cámara y todos los días sube un pequeño vídeo a la red. “Uso una cámara de fotos que cuesta 300 euros. Simplemente grabo los videos, no los edito y ya está. Lo único que hace falta son ganas. Se pueden hacer vídeos muy sencillos con coste cero”.

No edita los vídeos también porque lo que quiere es descubrir los lugares junto a sus seguidores.“No sé que va a haber detrás de la puerta, descubrámoslo todos juntos”. Su último viaje así lo hizo por Valencia. La gente fue poniendo nombre a  los edificios que él señalaba con su cámara.

“El gran privilegio de los blogs es que la gente se convierte en parte de los viajes. Ahora digo lo que veo con mi  ignorancia y la gente me corrige y lo mejora”.

Cuento lo que viajo, no viajo para contar

Por eso, Eduardo tiene claro que no viajo para contarlo, sino que cuenta lo que viaja. “No soy un periodista, ni un guía turístico. Cuento lo que viajo. Viajo porque me gusta viajar. Llevo una cámara y grabo lo que me apetece ver. Hago lo que a  mi me gusta y apasiona. Si voy a París prefiero estar callejeando que filmar la torre Eiffel. Hay veces que no grabo porque no quiero mostrar eso. Suena un poco paranoico pero grabo lo que a mí me gusta. Así la gente nota esa pasión por lo que filmo”.

La clave de su éxito

Y tal vez ésa sea la clave de su éxito: la pasión que transmite en cada vídeo por los viajes, por las otras culturas. “Cada uno tiene su pasión y tiene que mimarla, alimentarla. Todos tenemos algo de lo que podemos hablar, enseñar y es bueno dedicarle tiempo. La persona que está en Salamanca puede enseñar muchas cosas. Y nada hay que hacerlo por trabajo, te tiene que gustar, apasionar. Y los blogs son muy buen canal para compartir pasiones”.