Hoy se cumplen 100 años, 14 de diciembre de 1911, de la conquista del Polo Sur por el hombre. Fue el noruego Roald Amundsen quién alcanzó por primera vez este punto, 34 días antes del británico Robert F. Scott. Una carrera de potencias que contagió después a la conquista del tercer polo: el monte Everest, así como las 14 montañas más altas del planeta. Un siglo después, más de 30 expediciones buscan homenajear a los pioneros arrastrando trineos, viajando en catamarán o recogiendo muestras científicas. Ni los avances técnicos, ni en la comunicación o logística aseguran el éxito en la Antártida, lo que engrandece todavía más la figura de Amundsen y Scott.

Entre las 30 expediciones, destaca la del Bat Basque Team: Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza alcanzan hoy “un punto de no retorno” a más de 1.100 km de cualquier punto de salida. Caminan a temperaturas de menos 47 bajo cero, arrastrando a golpe de cintura sus 140 kilos de trineo y a la espera del viento para desplegar sus cometas. En Piedra de Toque, Juan Vallejo lo dejó claro antes de partir: “Afrontamos una de los proyectos más duros del Planeta: no sólo por la fortaleza física, sino también por la psicológica”. En total recorrerán 3.700 kilómetros en total autonomía.

Otra expedición que busca no sólo batir una marca es la que lidera Ramón Larramendi Acciona WindPowered. Cinco días llevan de expedición en la que esperan recorrer 3.500 km en un velero de los desiertos polares que permite atravesar zonas heladas sin contaminar. Un catamarán impulsado por cometas en el que navegará día y noche durante 35 días. Antes de partir, también visitó Piedra de Toque: “No tiene sentido compararnos con Amundsen o Scott, aunque atravesar este continente sigue siendo una aventura muy arriesgada y en la que cualquier error puede terminar en tragedia”.

Cien años han pasado de una gesta que mantiene congelada el espíritu de los pioneros. Desde Piedra de Toque seguimos esos valores a través de los nuevos Amundsen, Socott y Shackelton, en busca siempre de recuperar esos valores: aventura, innovación, compromiso.  No nos interesan los nombres que pasaron a la historia por ganar la carrera, sino aquellos que fueron fieles a un estilo, una ética.